sábado, 22 de agosto de 2009

Tener amigos para esto...

Estoy de bajón , sí ¿qué pasa? Tengo derecho a ello. Pero parece que mis amigos no creen en el encierro monacal destinado a la reflexión y la autocompasión post muerte súbita del corazón. El aislamiento frente a la pantalla de esa tele encendida que ves pero no te enteras (bueno la del ordenador) y fumarse la tabacalera al más puro estilo locomotora de carbón es algo que no conciben. En su lugar el secuestro, los bares, el bitter kas y unas pizzas son el mejor remedio para los males de amores. Para más información lea el prospecto o consulte a su camarero.

En esas estaba yo, pijama, paquete de tabaco, chorroserie americana de vampiros wenorros, de esas de no pensar, cuando llaman a la puerta. Una caja de pizza con patas a través de la mirilla. Mierda ya se ha vuelto a equivocar el pizzero. Cuando abro la pepperoni con queso andante se desdobla y mis escasos 40 metros de casa se ven invadidos por La Señorita Bulería, El Hombre Inofensivo, Corresponsal y El Mallorquín que no hablaba Catalán. (nota mental: Miss Chain, nunca, NUNCA, vuelvas a abrir la puerta en bragas... mira lo que te puedes encontrar).

Dicharacheros y sin complejos levantan el campamento. Apurada, nokeada y trastocada me escondo en la guarida de mi cuarto a ponerme un trozo más largo de tela y tapar la cama, y pegarle un meneo a los 15 pares de zapatos que tengo esparcidos por el suelo bajo la cama, y.... ¿Miss Chain qué haces, que se nos enfrían las pizzas? Salgo, una columna de humo me saluda.

Dos pizzas, tres cervezas, 15 cigarros y una coca cola después la invasión se convierte en secuestro. A rastras me llevan al friki trivial. Mis captores están enfadadísimos. La Profe no ha aparecido porque se le ha estropeado el coche, a Sevi lo han esposado a una sombrilla en la playa y está haciendo guardia para que no le quiten el sitio mientras espera que la suegra le traiga el tupperware de tortilla de patata para la cena y yo me he convertido en un ente antisocial al que hablar le cuesta horrores y voy a cámara lenta.

Balance de la noche: acertamos dos de cada 10 reguntas del friki trivial que se apuntan nuestros vecinos de mesa. La Señorita Bulería se taja a base de Bitter kas, un poco más y no llega a casa, y nos cuenta que su gato Pepe tiene tendencias suicidas. El Hombre Inofensivo hace lo propio y también se emborracha pero con un chupito de agua del grifo que bebe a sorbitos. Comprobado la cal es muy mala y daña el cerebro. Corresponsal, que lleva una semana mala y se ha quedado en el espíritu de la golosina, deja recalentar su cerveza para no emborraxarse. El Mallorquín elabora complicadas teorías conspiratorias sobre la abstemia de Señorita Bulería. Yo los miro, me bebo la cerveza y me mareo... igual tenía que haber comido un cacho pepperoni.

Dan las doce campanadas y las cenicientas y cenicientos se retiran a sus madrigueras. En la oscuridad de mi recién recuperado encierro se me escapa una sonrisa torcida. Tengo unos amigos que no me merezco.

3 comentarios:

  1. UFF, el biter kas me subió que no vas, jaja. Esta noche se ha maquinado una de Barroco, con juegos endiablados de esos que te gustan para qeu te comas el coco en otras cosas. Así que ya sabes te vienes y punto. Espero no tener que ir a buscarte otra vez a casa. Quedaremos sobre las diez pero pará más info habla con corresponsal.

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  2. chorri series americanas, tabacada de rubio light, balada heavy y refocilamiento autocompasivo?? no, nena, no, que está muy visto y todas sabemos que no funciona.

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  3. y cuando volvíamos al trivial friki???

    no te encierres, mujer, que hace un sol precioso!

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