domingo, 16 de agosto de 2009

Recocida

Estoy recocida, con las neuronas derretidas y la tensión a la altura del betún. Afú que caló!! Por si el tiempo inclemente no fuese suficiente (toma pareado espontáneo) tengo a la mia mmamma entre las dos paredes que me hacen de casa. No sé si alguna vez lo he explicado pero las mujeres de mi familia tenemos una tendencia cosanguínea a expandirnos allá a donde vamos. Entramos, conquistamos e invadimos cada rincón del territorio ocupado. Lo cual en 40 metros cuadrados se convierte una auéntica lucha continua por el espacio vital y andamos todo el día chocando (literalmente), especialmente en la batalla encarnizada por el aire acondicionado. A este paso voy a pescar una pulmonía.

Este verano he cumplido, además de vienteimuchos tacos, tres años de aislamiento. Y es oficial. Me he amallorquineneizado tal y como ha constatado mi señora maldre. No piso la playa antes de las cinco de la tarde. Desde luego no cualquier playa, hay que conducir lo menos una hora e incluso dos y atravesar un camino de cabras para alcanzar una playa decente (en una isla de unos 120km de largo ya tiene mérito).

Pisar el paseo Marítimo en agosto es impensable, evito a toda costa las calles principales porque no me dejan andar y hay que mirar con cara de pena a los visitantes dispuestos a pagar tres euros por una botella de medio litro de agua en el chiringuito de turno. Odio los barcos que no me dejan nadar en la playa, detecto el olor de la desaladora nada más plantar el culo en la arena y tengo un radar para encontrar el rincón más apartado de la marabunta playera. Me molesta soberanamente un miniatasco de 10 minutos o tener que hacer cola para cruzar el arco de seguridad en el aeropuerto.

Definitivamente necesito una vacaciones madrileñas, hacer tres trasbosdos e irme de compras por Gran Vía para desintoxicar.

2 comentarios:

  1. hombre, es q, bien pensando, lo de ir a la playa a las 2 de la tarde a recocerse como hacen (hacemos) todos los madriles de vacaciones no tiene ni pies ni cabeza...

    de todas formas, no te enganñes, aún nos queda mucho xa mallorquinizarnos del todo, pequeño saltamontes.

    a dios gracias.

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